SUELOS DE ENSUEÑO
En los suelos de los pisos que dan al paseo de Colom, excepto en los baños, hay unos preciosos mosaicos Nolla, auténticas obras de arte. Todos son piezas originales que han sido restauradas artesanalmente y con mucho esmero.
Objeto del deseo
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LOS DETALLES CONVIERTEN LA CASA CONDEMINAS EN OBJETO DEL DESEO
Mar, Modernismo y Modernidad. Tres conceptos que definen la Casa Condeminas y explican perfectamente el porqué es objeto del deseo. El Mar inspiró su nacimiento y la acompaña desde el primer día de su construcción. El Modernismo es el estilo de principios del siglo XX con el que fue decorada y que en la actualidad es uno de los grandes atractivos de la ciudad. Y, finalmente, la Modernidad está presente en todos los elementos que se han utilizado en la rehabilitación del edificio. Tres conceptos que, unidos, hacen de esta casa algo único en Barcelona.
El modernismo destacó por inspirarse en la naturaleza y utilizar profusamente elementos de origen natural, en especial vegetales y formas redondeadas de origen orgánico. En la Casa Condeminas -catalogada como Bien Cutural de Interés Local- estas características propias del modernismo están muy presentes. Empezando por la fachada que da al paseo de Colom, con una estructura vertical dividida en tres cuerpos, a partir del piso principal, separados por unas pilastras de estuco imitando sillares.
El cuerpo central se eleva con un cabezal decorado con un gran panel esculpido, de temática vegetal. Hay que destacar la balconada noble, hecha de piedra calada igual que los balcones centrales de los pisos segundo y tercero. El resto de barandillas son de hierro forjado.
La gran portalada de acceso al inmueble presenta una forma de arco rebajado, con una moldura especialmente decorada con motivos florales que se repiten. Está coronada por una gran ménsula que también parece sostener el voladizo del balcón del piso principal.
En el gran vestíbulo de entrada podemos ver elementos modernistas que se mantienen desde 1902 y que son muy singulares. A la derecha destaca la garita que ocupaba el conserje. Está tallada en madera con una rica ornamentación con motivos florales. También hay vidrios plomados en el coronamiento y vidrio esmerilado en la puerta de acceso. Al entrar destaca en el forjado un artesonado con más motivos decorativos. El corredor que da acceso al ascensor conserva también numerosos elementos decorativos. Aquí encontramos una bancada de madera con baldosas vidriadas con girasoles.
Al piso principal se accede a través de una escalinata con escalones de piedra. Tiene una barandilla de forja que incluye un gran dragón también hecho con forja situado a los pies de la escalinata.
En los pisos encontramos ventanas con vitrales, suelos tipo Nolla y maderas talladas. Los techos están embellecidos con molduras y florones de escayola.
Del edificio original de 1860 no se conservan elementos singulares, más allá de la composición de la fachada que da a la calle Mercè.
